Las cosas no van a cambiar. Sálvese quien pueda.

Rodrigo Billie
3 min readMar 1, 2023

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Respetar tu horario laboral puede llegar a ser un acto revolucionario en un mundo capitalista.

Perdón. El título se podría tomar como un cllckbait, es cierto, pero la verdad es que son palabras que he visto y escuchado mucho durante bastante tiempo, en distintas presentaciones y contextos; hasta hace una semana pude mover el papel para darle otra perspectiva. Lo comprendí todo. El título es mentira, pero también es verdad.

Seré breve con mi experiencia, porque no voy a decir nada que ya sepas.

En el mundo siempre estarán los conservadores, en el país, en tu trabajo y en tu gente cercana, pero también están los progresistas, los que saben que hay muchas cosas mal y se tienen que cambiar. Los primeros, por más que las cosas estén mal, van a querer mantener las cosas tal cuál están sin importar, los segundos, van a tener que hacer algo o quedarse con los brazos cruzados; esto lo acabo de vivir en cámara lenta, vi a cada persona con su rol dentro de un ambiente laboral, fue como una revelación en tiempo real.

Como publicista, siempre he identificado que las cosas están mal en la industria: los tiempos reducidos, las malas planeaciones, las jornadas largas y un sinfín de temas de recursos humanos que se traducen en desempeños no deseados, salud mental desgastada y deserciones de carreras profesionales.

Como buen elemento del sistema, adopté mi posición con Síndrome de Estocolmo y los brazos cruzados durante muchos años, hasta que colapsé (suena SFX de una caída en slow motion y un jarro de porcelana rompiéndose).

Seguimos. Después de eso, empecé a tomar otro rol, el de levantar la voz, porque si nadie dice nada, cómo se va a enterar la gente ¿cierto? Bueno, más o menos, tal vez sí sea evidente que las cosas están mal, pero que el pensamiento sea que LAS COSAS NO VAN A CAMBIAR.

Exacto. Cuando empecé a levantar la voz, fue que me di cuenta de varias narrativas en los discursos de las personas: buscando el error en tu forma de hacer las cosas, intentando tapar el sol con un dedo, y la desesperada… “si no te gusta, busca otro trabajo”. Me di cuenta que tenemos muchos líderes conservadores o con miedo a confrontar.

Y entonces ¿qué hacemos los demás?

SÁLVESE QUIEN PUEDA, pero no echándote a correr, sino sálvate de formar parte de esaa mentalidad y quedarte con los brazos cruzados. Sálvate de sentirte mal por no trabajar más de tus horas laborales, de sentir que estás haciendo algo mal diciendo que no puedes entregarlo a tal fecha por carga de trabajo. Sálvate de ponerte la camiseta del equipo que tiene tiempos abusivos y malas planeaciones. Sálvate sabiendo que tienes un horario laboral y una vida personal que respetar.

El sálvese quien pueda se trata de ir de lo individual a lo colectivo, inspirar a los de alrededor a que no es necesario trabajar de más, sino mejor. Al final, no te pueden correr por cumplir con tu trabajo.

Sí, las cosas no van a cambiar para algunos, pero sálvese quien pueda de no pertenecer a esos cuantos.

Rodrigo Billie.

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